El ballet comenzó junto con la ópera, luego se separó tomando popularidad como un tipo de ejercicio físico exótico que cuenta con poses extravagantes, poco naturales y extremas.
Este tipo de ejercicio se puede realizar en cualquier edad, sin embargo, se recomienda que las personas que disfrutan y quieren tener esta afición a lo largo de la vida es mejor comenzar en las primeras etapas del desarrollo para que la mejora sea mucho mayor y rápido.
Por medio de esta se puede mantener en forma, mejora significativamente la flexibilidad, la postura y mucho más. Sin embargo, el cuerpo se modifica de forma única e irreversible al practicar este tipo de ejercicios, por ejemplo, el ballet requiere de una posición en punta que deforma el pie y las piernas de cierta manera para poder sostenerse en esta posición.
Del mismo modo es una actividad física que requiere de mucho esfuerzo y dedicación, sus posturas tienen que estar perfectas y se requiere de mucha fuerza para sostener las diferentes posiciones haciendo que se vean los movimientos suaves y cómodos. Por esta razón las personas que bailan ballet tienen mucha presión, deben mantenerse en forma. Esto puede desarrollar mucho estrés, frustración y llevar a enfermedades somáticas importantes o generar trastornos alimenticios para tener la figura adecuada.
Por medio del ballet se puede tonificar todos los músculos y articulaciones del cuerpo, como se mencionó mejora la postura y el equilibrio. A pesar de fortalecer las articulaciones las posiciones y movimientos pueden ejercer mucha presión sobre estas aumentando el riesgo de lesión o malestares (principalmente en los tobillos).
Como todo entrenamiento físico tiene muchos beneficios tanto físicos como mentales, previene enfermedades importantes, disminuye estrés, ansiedad y otros factores similares cuando se realiza bien. Si se tiene una mentalidad extrema frente al ejercicio se pueden producir los efectos contrarios ya mencionados.
En las primeras etapas del desarrollo practicar ballet es excelente para el desarrollo normal del cuerpo, fortalecer, tener un organismo sano, mejorar habilidades sociales, aspectos cognitivos como atención, seguimiento de instrucciones, memoria y mucho más. Genera buen control motor, movimiento y muchos beneficios más, puede ser excelente para la motivación ya que es una actividad física divertida.
El beneficio principal cognitivo del ballet es la concentración, necesita estar ejercitándose para poder hacer los movimientos y poses correctas. Por otro lado, se necesita aprender a seguir muy bien las instrucciones para tener éxito y evitar una posible lesión o accidente, es necesario practicar mucho para alcanzar la técnica adecuada. Todo lo anterior ayuda a estimular el cerebro (disminuye riesgo de demencia), a fortalecer y mejorar la resistencia física haciendo que la salud en general mejore, que el organismo funcione correctamente y el metabolismo se acelere.
El ballet es una excelente herramienta para los pacientes que sufren de Parkinson en las primeras etapas pues ayuda a mejorar un poco los síntomas y a mejorar la motricidad, el equilibrio y la coordinación. Es claro que es un método para mejorar temporalmente la calidad de vida de estas personas, no es una cura.
Como se mencionó este ejercicio no tiene límite de edad o género cualquier persona que los disfrute lo puede realizar como goce y aprovechar sus beneficios. Incluso algunos deportistas de alto rendimiento practican el ballet para mejorar su estado físico en general y rendir mejor en sus competencias deportivas.
Por tanto, el ballet es un excelente método para realizar actividad física de forma divertida y diferente, ayuda a mantener la motivación, tiene muchos beneficios tanto físicos como mentales. Sin embargo, es necesario tener cuidado y límites a la hora de practicarlo para evitar caer en las complicaciones ya mencionadas. Este también se puede complementar con otros entrenamientos de baile o fuerza y es a su vez un complemento muy bueno para mejorar la técnica en otros tipos de baile.
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