Hablamos de equilibrio cuando nos referimos a la buena o mala estabilidad que tiene el cuerpo con respecto a varios estímulos del ambiente y de la gravedad. Es un aspecto muy importante del cuerpo humano ya que permite cuidar el mismo de posibles caídas, lesiones u otros malestares importantes que pueden afectar el buen funcionamiento del cuerpo.
Para mejorar el equilibrio es necesario hacer actividad física regular y constante, esto permite fortalecer los músculos y articulaciones, entre más fuerza exista mejor equilibrio va a tener la persona. Del mismo modo es necesario mejorar la agilidad o tiempo de respuesta corporal, es decir, entre más rápido se mueva el cuerpo mejor va a poder responder a estímulos peligrosos. Por ejemplo, troncharse un pie, dar un mal paso, en estos casos el cuerpo va a tener el tiempo y fuerza necesaria para recuperarse antes de ocasionar una caída o una lesión leve, moderada o grave.
Existen diferentes tipos de equilibrio; el estático el cual consta de mantener el cuerpo en una posición de forma estable; el dinámico que trata de mantener el equilibrio o estabilidad mientras el cuerpo se encuentra en movimiento; por último, cómo se mencionó la fuerza de gravedad juega un papel muy importante para el equilibrio frente al cuerpo.
En las primeras etapas del desarrollo humano trabajar la estabilidad es muy importante, esto para poder tener un buen equilibrio a lo largo de la vida. Los bebes o niños pequeños tienden a balancear y perder el centro muy rápido, sin embargo, lo van trabajando a medida que van aprendiendo y creciendo para así llegar al punto máximo del mismo. Ocurre lo mismo al envejecer, mientras más adulto sea la persona más se afectará el equilibrio aumentando el riesgo de caída y lesión lo cual puede ser muy peligroso.
La clave para evitar perder el equilibrio a lo largo de la vida es por medio de la ejercitación del mismo, realizar actividad física complementado con ejercicios que mejoren y pongan a prueba el equilibrio físico. Esto permitirá mejorarla en las etapas del desarrollo y del mismo modo previene el deterioro del mismo en edades adultas.
Es claro que entre más estable sea la superficie más fácil será mantener el equilibrio, es por esta razón que en el entrenamiento físico en etapas más avanzadas del mismo se puede trabajar el equilibrio en superficies inestables para trabajarla mejor y así fortalecer más el cuerpo y las articulaciones disminuyendo mucho más los riesgos ya mencionados.
El equilibrio permite tener un mejor rendimiento físico, realizar mejor las actividades motoras como montar bicicleta o unas más básicas como caminar. Esto aumenta la calidad de vida de las personas llevando a una estabilidad tanto física como mental.
Por tanto, el equilibrio físico también permite trabajar y calmar la mente, a partir de actividades como el yoga, se permite centrar el cuerpo y la mente a partir de la estabilidad en conjunto, esto brinda muchos beneficios mentales. Por ejemplo, produce calma, paz interior, mejora la autoestima, la seguridad, la confianza, genera fuerza interior, trabaja la respiración lo que previene el desarrollo de ansiedad, angustia y otros aspectos. Por tanto la mente y el cuerpo se encuentran unidos por medio del trabajo de la estabilidad en la actividad física. Del mismo modo ejercita aspectos cognitivos como la atención ya que esta es necesaria para no perder la estabilidad durante los ejercicios.
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