Como se ha hablado en entradas anteriores se puede asociar la ansiedad general con la actividad física y como ayuda a disminuir la ansiedad y sus síntomas. A lo largo de esta entrada vamos a hablar específicamente sobre la ansiedad en la comida y si la actividad física ayuda o no a disminuirla.
Es claro que la ansiedad concentrada en la alimentación puede ser negativa para el cuerpo y la mente. En primer lugar, puede aumentar las medidas de forma descontrolada, aumenta el deseo de comer alimentos no sanos que pueden afectar la salud física, puede disminuir la calidad de los músculos y articulaciones, aumentar las reservas de grasa, aumenta el riesgo de enfermedades como, por ejemplo, las relacionadas al corazón. Puede producir obesidad y todas las complicaciones que este conlleva. El buen funcionamiento del organismo y del metabolismo se puede ver afectado negativamente y de forma significativa, entre muchas complicaciones más.
En la mente las consecuencias son similares, el no tener control sobre la alimentación produce frustración y desespero, ver el aumento de medidas en el cuerpo y sentir que no puede controlarlo puede ocasionar problemas relacionados a la autoestima, desarrollar depresión o aumentar las emociones negativas. Todos estos aspectos hacen un ciclo vicioso que termina siempre comiendo desmesuradamente.
El entrenamiento físico es la mejor estrategia para evitar que esto ocurra, la consciencia de cuidado personal, el gasto calórico, el esfuerzo físico, ver cambios o resultado deportivos en el cuerpo y en la mente va a mantener la motivación de seguir entrenando de comer mejor cada día. Todos estos aspectos disminuyen la ansiedad desde la motivación por ejercicio hasta por liberación y equilibrio cerebral sano.
El deporte proporciona el conocimiento sobre el propio cuerpo, ayuda a mejorar la autoestima, creando el sentimiento de amor propio, disminuye angustias y preocupaciones, equilibrando la mente de frustraciones y del desespero. Todos estos aspectos ayudan a disminuir la ansiedad frente a la comida. Con el ejercicio encontramos estrategias para tener una buena alimentación, elimina la necesidad de comer por ansiedad y muchos aspectos más aumentando así las emociones positivas, permite llegar a las metas deportivas y más.
Por otro lado, tener una buena alimentación disminuye también la ansiedad, cuando el cuerpo está recibiendo los nutrientes necesarios de una alimentación balanceada este se va a sentir tranquilo y satisfecho, el cerebro no crea necesidades falsas de hambre lo que permite bajar de peso, comer sano y no comer de más o a deshoras.
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