A lo largo de este blog se ha hablado sobre la relación que tiene la actividad física y la autoestima, sin embargo, acá vamos a profundizar mucho más sobre este tema. La autoestima hace referencia al valor que nos otorgamos a nosotros mismos tanto física como mentalmente, es clave para tener una visión más positiva de la vida, aumentar emociones positivas, enfrentar riesgos y retos, solucionar problemas efectivamente, planificar y mucho más.
Esta se desarrolla a partir de la visión que tengamos sobre nosotros mismos, por la conducta que generamos a lo largo de la vida y la perspectiva frente a la misma. La autoestima va ligada con el amor y el respeto propio, una buena estima genera aceptación y amor propio, una baja estima produce lo contrario.
Se puede ver influenciada a partir de las experiencias que tengamos con los demás, el medio ambiente y nuestras emociones y sentimientos, además es diferente para cada individuo, se refleja e influencia de forma variada dependiendo de la personalidad, los patrones de comportamiento, las experiencias con la familia, los pares, superiores, adultos, amigos, situaciones de la vida y más.
¿Pero entonces como se puede relacionar la actividad física con la autoestima? La respuesta es clave y recae en el cuerpo, trabajar para modificarlo, nos permite sentirnos más cómodos y aceptarlo tal como es. Desarrollar seguridad y confianza frente a nosotros mismos, así como una fortaleza interna poco propensa a la influencia externa e incluso interna negativa.
Brinda la oportunidad de crear un vinculo sano y fuerte con el cuerpo y la psique de cada uno, trabajar cada día para ser mejor, fortalecer nuestras emociones positivas, sentirnos fuertes y capaces frente a nuestras habilidades, comportamientos y sobre todo habitar adecuadamente el cuerpo que tenemos. A partir de esto se genera el cuidado y respeto propio del cuerpo y la mente, generando un cambio positivo en las habilidades sociales, en los patrones de comportamiento internos y con los demás, los hábitos alimenticios, previene el desarrollo de una adicción u otras complicaciones nocivas para el cuerpo y la salud.
Cada cuerpo es diferente y por medio del deporte aprendemos a querernos y aceptar el cuerpo que nos tocó, sentirnos bien en nuestra propia piel, alejando la ansiedad que produce la publicidad y estereotipos de cuerpo actuales, ser tu mejor versión a partir de contextura y posibilidad física y mental. Esto permite llevar la vida mucho más alegre, cuidarse, respetarse, amarse, disfrutar de la vida, habitar el cuerpo efectivamente, mejorar el estilo y la calidad de vida, entre muchos aspectos más.
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