En la actualidad está muy de moda la vida sana, comer bien y hacer ejercicio, pero ¿Qué ocurre cuando se da rigidez en la alimentación? Es claro que todo en extremo es malo tanto para el cuerpo como para la mente. En el entrenamiento ocurre lo mismo y puede tener repercusiones negativas en el organismo y la psique.
En primer lugar, es importante cuidar la alimentación, es decir tener una dieta balanceada rica en nutrientes y minerales, sin embargo, hay personas que se vuelven muy estrictas a la hora de comer sea por bajar de peso, mantener la figura ideal o por salud. Esto tiene repercusiones negativas en el cuerpo y en la mente, en el primer caso es importante consumir variedad de alimentos para obtener más nutrientes para que el cuerpo funcione a su máximo, si se alimenta con lo mismo el cuerpo no va a recibir las herramientas suficientes para estar sano y activo. En cuanto a la mente puede producir depresión, tristeza, frustración y muchos aspectos más, produce aburrimiento y posible abandono de una alimentación sana y balanceada.
Lo ideal es comer la mayor cantidad de alimentos sanos posibles durante la semana y el día, es importante por ejemplo consumir vegetales de diferentes colores y formas, variar en proteínas y carbohidratos. Del mismo modo es clave consumir todos los grupos de alimentos (los ya mencionados), se pueden buscar recetas ricas y diferentes para no caer en una rutina aburrida de alimentación, para poder mantener una rutina sana y disfrutar de la comida (punto muy importante para la mente).
Por otro lado tenemos la rigidez en el entrenamiento lo cual también puede tener repercusiones negativas, desde riesgo de lesión alto hasta aburrimiento y abandono de la práctica deportiva. Cuando se realiza siempre los mismos movimientos y la misma rutina el cuerpo se estanca evitando avanzar y alcanzar los objetivos deportivos, del mismo modo las articulaciones que se utilizan se pueden desgastar más rápido llevando a complicaciones físicas como lesión u otras enfermedades. Del mismo modo se puede producir una sobrecarga o fatiga extrema en el cuerpo produciendo problemas de debilidad y energía durante las actividades diarias y como ya se mencionó el riesgo de lesión aumenta significativamente. En cuanto a la mente se puede producir frustración tanto con los ejercicios como con los resultados, tristeza y otras emociones similares pueden surgir en esta etapa. Por otro lado la motivación se puede ver afectada ya que el realizar la misma rutina produce aburrimiento aumentando el riesgo de abandonar el entrenamiento físico.
En este caso lo ideal es entrenar variado, no matarse con las rutinas, disfrutar y no realizarlo por el deber y no el goce. Es importante dejar descansar el cuerpo al menos una vez a la semana para evitar la sobrecarga y evitar la fatiga física y mental. Se debe tener un programa especializado para evitar todos estos aspectos en el entrenamiento, estar feliz y motivado cuidando el cuerpo y la mente.
claro, si el entrenamiento no es profesional, no hay la necesidad de convertir el entrenamiento en el centro de su vida. el fin es la salud, el bienestar, una larga vida y buen humor. sin embargo, si queremos lograr cmbios positivos, se requiere cierto grado de disciplina.
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