Operaciones estéticas

En la actualidad es común encontrar hombres y mujeres que se realizan operaciones estéticas para verse y sentirse mejor, pero ¿Qué hay detrás de estas cirugías? y ¿Porque son tan malas para la salud? a lo largo de esta entrada vamos a responder a estas dos preguntas y como el ejercicio puede ser una estrategia sana en contra de este aspecto invasivo.

Normalmente las personas que se realizan una cirugía estética lo hacen porque se sienten mal con su cuerpo y quieren cambiarlo, esto demuestra una falta de seguridad, confianza y autoestima en la persona. Del mismo modo no permite aceptar el cuerpo tal cual es, esto crea muchas repercusiones negativas en la mente y en la personalidad.

Es común encontrar personas que se realizan muchas operaciones y no pueden parar, esto sucede ya que crea un aspecto adictivo en el individuo, querer cambiar hasta el punto de dejar de ser si mismo. Querer ser otra persona hasta desconectar el cuerpo y la mente completamente. Esto puede desarrollar depresión, baja autoestima, influye negativamente en el autoestima, poca consciencia sobre el propio ser y muchos factores más.

Por otro lado, este tipo de operaciones tienen muchos riesgos en la salud física de la persona, puede crear infecciones, reacción negativa frente a los componentes insertados en el cuerpo, la intervención puede salir no efectiva llevando a muchas enfermedades y problemas, incluso puede llevar a la muerte.

Del mismo modo cuando se realizan intervenciones por ejemplo para bajar de peso si no se cambian los hábitos alimenticios poco sanos la persona va a recuperar su peso nuevamente de forma rápida, poco segura e incluso en mayor medida a como se encontraba al principio. Puede desarrollar enfermedades significativas y con mucho riesgo para la persona.

Sin embargo, existen personas que por causa de una enfermedad o situación externa necesitan de una operación para recuperar su calidad de vida, por ejemplo, la reconstrucción normal de la cara luego de un accidente u operaciones para eliminar la piel sobrante luego de bajar significativamente de peso. En estos casos es recomendable conocer bien al especialista que lo realiza, escoger un profesional experto para disminuir el riesgo de las mismas.

Una estrategia excelente para alcanzar el cuerpo deseado sin la necesidad de operaciones es por medio de la actividad física. Gracias a esta cambiamos nuestros hábitos nocivos, bajamos de peso, tonificamos y mucho más, creando un ambiente sano y cómodo, desarrolla una conexión con el cuerpo, aprendemos a amarnos y respetarnos, cuidar el cuerpo y la mente de posibles riesgos. Alcanzamos la figura que soñamos por medio de trabajo duro y esfuerzo, esto nos va a permitir mantener la forma estética ideal. Del mismo modo estamos previniendo el organismo de enfermedades y otras complicaciones físicas producidas por la obesidad, el sedentarismo y otros factores importantes.

Es claro que por medio de la actividad física los resultados son más lentos y no lineales, sin embargo, es una forma sana y divertida de alcanzar nuestras metas, aceptarnos y luchar por mantener la figura deseada. Por medio de las operaciones no se crea consciencia sobre los cambios que realizamos en nuestro cuerpo por ser rápidos y fáciles, esto hará que el cuerpo recupere sus medidas rápidamente y de forma insegura para la salud (ya que los hábitos alimenticios no sanos siguen estando presentes), el cerebro no alcanza a reconocer los cambios, no se siente cómodo, al verse al espejo ve un extraño, siente que algo está mal, esto puede producir un aumento en la necesidad de realizar cada vez más intervenciones estéticas, produce depresión, ansiedad y los aspectos ya mencionados.