Colores y actividad física

Los colores pueden asociarse de diferentes maneras con la actividad física, desde beneficios claros en la estrategia y aprendizaje como desventajas por ejemplo estímulos distractores.

Los colores pueden ser una estrategia en la actividad física para recordar los ejercicios y el orden de los mismos que se deben realizar en una rutina, aumenta la motivación, mejora la técnica, el trabajo de peso, reconocer resistencias (por ejemplo, los diferentes colores en bandas y materiales), el tiempo de ejercicios interválicos, resistencia, tiempos de descanso, intensidades, variación de ejercicios y mucho más.

Como se mencionó los colores pueden usarse como técnica para aumentar y mantener la motivación, produce un interés en el cerebro que ayuda a impulsar el deseo al momento de realizar actividad física. Permite realizar los ejercicios de forma dinámica y divertida, variable, entretenida, aumenta las emociones positivas, disminuye el estrés, la ansiedad y la angustia por medio de un método divertido y alegre, permite salir de la rutina diaria y más.

Sin embargo, los colores dentro del entrenamiento pueden funcionar también como distractor alejando la atención de los ejercicios, de la técnica y más, lo cual puede aumentar el riesgo de lesión en músculos y articulaciones. Pueden confundir a las personas haciendo que tomen pesos diferentes a los que deben. En una persona que no posee la rutina puede ocasionar falta de seriedad en el entrenamiento.

En los niños es excelente para ayudar al desarrollo cognitivo, emocional y motor en estas etapas, les permite aprender mejor, disfrutar y divertirse mientras aprenden y realizan actividad física. Les facilita el aprendizaje en factores físicos y cognitivos, los motiva, se puede juntar con el juego para evitar la falta de motivación y producir interés. En los adultos y adulto mayor que apenas inician también es una herramienta de aprendizaje para la práctica deportiva exitosa, ejercita las capacidades cognitivas, los emociona y más.