La rehabilitación es el proceso que se realiza después de una lesión de nivel moderado o grave, dependiendo del tipo de complicación, se hace luego de un periodo de recuperación (quietud) o al instante de la misma.
Con esta se busca volver al funcionamiento normal de los músculos, articulaciones y ligamentos, se realiza de forma progresiva hasta volver a entrenamientos de intensidades altas, es en este punto que se pueden volver a retomar los objetivos deportivos.
Por otro lado, se puede trabajar con bandas, balones medicinales, equilibrio y pesas muy livianas. La rehabilitación en piscina es excelente pues cuida el cuerpo de lastimarse, pero al mismo tiempo está fortaleciendo la zona lesionada.
Las terapias deben ser constantes y guiadas para una recuperación exitosa, de lo contrario la zona cicatriza o se recupera mal produciendo debilidad o malestares. Una lesión mal cuidada puede aumentar el riesgo de lesiones en él presente y futuro.
Las lesiones se trabajan por etapas, en las más tempranas se recomienda quietud o ejercicios muy leves, en las siguientes es necesario asistir a terapias con fisioterapia y las últimas se recomienda un entrenamiento progresivo con un entrenador personal calificado para fortalecer y recuperar la o las zonas afectadas.
Es evidente que el tipo de rehabilitación cambia dependiendo de la lesión, el lugar y el nivel de daño. Es importante no realizar actividad física hasta que el especialista recomiende hacerlo. Esto puede generar más daños a nivel físico y mental, demora la recuperación y puede quedar mal rehabilitado produciendo dificultades en el movimiento, dolor y debilidad.
Por tanto, al sentir el mínimo dolor o molestia es necesario acudir al médico, revisar la zona y descartar posibles lesiones o enfermedades importantes. A lo largo de este blog se hablarán de diferentes tipos de lesiones comunes que suceden por causa del ejercicio, sobre todo por causa de sobrecarga o una mala técnica.
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